jueves, 29 de diciembre de 2016

Terminó el año. Vamos por uno nuevo.




José Manuel Gómez Porchini / México debe salir adelante

Hace ya muchos años, cada vez que yo tenía que contar el tiempo, mis medidas no rebasaban, si acaso, algunos meses o, en contadas ocasiones, llegaban a sumar uno o dos años. Ahora todo lo que hago y recuerdo es de hace muchos años: comencé a dar clases en 1994, hace más de veinte años… empecé a escribir en 2004, hace ya doce años, mis hijos ya tienen más de veinte años… casi treinta, que son los que en 2017 vamos a cumplir de casados.

Dijo Rabindranath Tagore, ese espléndido poeta nacido en Calcuta: “si al final del día nos encontramos y ves mis cicatrices, sabrás que me herí y que me he curado”.

Este año ha sido especialmente agresivo en contra de mi patria. Hubo muchos errores, la inmensa mayoría cometidos por políticos, que alejados de lo que quiere y siente la gente, actúan por sí y ante sí para medrar con la cosa pública, en tanto en abyecta complicidad los medios de comunicación, principalmente radio y televisión, buscan la manera de distraer a la gente para que no se enfoque en lo importante, pues lo urgente, lo que preparan los medios, es lo que dicta la agenda nacional.

Este año tuvimos, entre muchas otras cosas, el centenario del equipo que alguna vez fue el más caro de México y que ahora vive de glorias pasadas. Fue tanta la publicidad, en especial la cantaleta esa de “ódiame más”, que lo han logrado. Parodiando a Mao Tse Tung, el fútbol es el opio del pueblo.

Y una quinceañera, que se forjó al calor de las redes sociales, que tuvo como consecuencia un muerto, grandes gastos y cobertura nacional e internacional.

En el inter, se pactó entre partidos políticos, empresarios y medios, la estocada que culmina con el brutal aumento a las gasolinas y que, como consecuencia, habrá de producir una espiral inflacionaria. Tal vez por eso aventó la toalla Carstens, que no quiso ser partícipe de tal desatino.

Y, sin embargo, a pesar de todo y de todos, México ha logrado terminar el año. Vamos por uno nuevo, pero lo menos que se merece, es que además de respetar su inocencia, al año nuevo se le dé la oportunidad de demostrar que sabe a qué vino. Que conoce el camino y que confía en sus hijos, es decir, en nosotros, los que habitamos esta tierra que se mide en sus tiempos.

A veces, cuando volteo a ver a la gente que prefiere ver a Rubí y sus XV años o cualquier otra cosa que le impone la televisión, se me quitan las ganas de seguir luchando. A veces, cuando veo que los mexicanos que hacen propuestas deben salir del país pues aquí no tienen eco, pienso que no merecen otra cosa, pero luego recuerdo que es el mismo país en el que yo vivo y el que aprendí a amar desde niño y por eso insisto: México debe salir adelante.

No es posible que las redes sociales, ese nuevo motor que aún no sabemos cómo se usa para bien, esté enfocado en hacer memes y ofensas de todo y no sirva como la Primavera Árabe, que cambió la geografía política.

Así como han promovido festejos absurdos, deberían utilizar ese poder para hacer que México crezca, que se hagan los estudios necesarios para demostrar que es lo que necesitamos como país, qué nos hace falta y cómo podemos conseguirlo.

Es el reto que tenemos para el Año que viene. Que cada uno haga su parte de la tarea y que no existan excusas ni pretextos. México es mucho más de lo que es ahora.

Me gustaría conocer su opinión.

Vale la pena.

José Manuel Gómez Porchini

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